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Actividad económica de RD puede comenzar reactivación paulatina

Así lo plantean la Asociación de Industrias y el vicedecano de Economía de la UASD; el Conep pide priorizar la salud

República Dominicana puede ya ir reactivando la actividad económica, siempre que esto se haga de manera paulatina y creando las condiciones para eliminar los riesgos de una mayor propagación del coronavirus COVID-19 en la población, según sostienen algunos sectores y profesionales de la economía.

Pero hay otros, como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) que se inclinan por el planteamiento de que “la prioridad ahora es garantizar la salud y la seguridad de todos los dominicanos, antes que cualquier otra cosa”.

El economista Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) sugiere que se vaya iniciando con aquellas actividades que generan poca aglomeración de personas, hasta ir incorporando las otras de manera escalonada, siempre que esto esté precedido de una protección y que el Gobierno pueda ejercer su nivel de coerción para que la población acate esas medidas de protección, que incluyen el uso de guantes y mascarillas. “Necesitamos ir abriendo más nuestra economía para salvar miles de empleos y para garantizar la permanencia de miles de empresas de todo tamaño y contribuir al bienestar y a la paz social”, indica de otro lado el presidente de la Asociación de Industrias de República Dominicana (AIRD), Celso Juan Marranzini, a pedido de elCaribe.
El lunes, el economista Andrés Dauhajre hijo analizó distintas vertientes relacionadas con este tema en un artículo publicado en este periódico, titulado “¿Tiempo de reabrir la economía?”.

Esa reapertura a la que se refiere Andy es necesaria, dice la AIRD, pero requiere garantizar algunas condiciones que, en adición a eliminar riesgos de propagación del virus, contribuyan a superar la crisis sanitaria en curso. Hasta ahora una parte importante de la población ha permanecido en casa, a raíz de las medidas dispuestas por el Ejecutivo, tendentes a mantener un distanciamiento social o físico que evite mayor contagio. Pero surgen algunas interrogantes en el camino, relacionadas con aquellos que carecen de un trabajo formal que le dé cierta garantía de ingresos, así sea por vía del programa diseñado por el Estado para los que son suspendidos de sus puestos. “La estructura del tejido empresarial en República Dominicana está conformado en un 95% por pequeñas y medianas empresas y el hecho de que el 54% de las personas ocupadas estén en la informalidad es una realidad que se impone con el paso del tiempo para que las autoridades comiencen a reabrir las actividades comerciales y productivas”, explica el economista Ciriaco Cruz.

“Es obvio que ante esta estructura del tejido empresarial, muy heterogénea y un mercado muy segmentado de pequeñas empresas, con baja capacidad de financiación, problemas, incluso en su flujo de caja y más de un millón de cuentapropistas, sin mucha capacidad y margen de acción en término de recursos financieros (…) es obvio que el proceso de excepción, de emergencia y toque de queda que vivimos afecta sus actividades productivas. De manera que llegó el momento de que el Gobierno de manera ordenada y paulatina vaya reactivando la actividad económica”, sugiere el catedrático de la academia estatal.

“Es obvio que ya hay cierto nivel de malestar en una parte de la población, que está relajando todo el proceso de toque de queda, cuarentena y emergencia y está saliendo de forma masiva. Es por eso que esta situación hay que irla flexibilizando también”, sostuvo.

Ciriaco Cruz calcula que en la medida que las actividades productivas se abran de manera escalonada, eso va a garantizar que la economía dominicana no tenga una caída.

El Conep, a través de su vicepresidente ejecutivo, César Dargam, sostiene que la seguridad de las personas está primero. “Hemos movilizado recursos ascendentes a 400 millones de pesos a los fines de contribuir al fortalecimiento a la capacidad de respuesta con pruebas, máquinas de procesamiento, equipos de protección personal, ventiladores y ambulancias”, explicó.

Las empresas -partiendo de lo dicho por Dargam- se han acogido a las disposiciones oficiales, y hoy hay tres categorías, que incluyen las que están cerradas completamente o de manera parcial y las que están esperando bajo excepción. “Cuando las condiciones sanitarias lo permitan, tendrá que producirse una normalización gradual de las actividades. Para eso hemos conversado con el Gobierno, y generado consultas desde el Conep con las diferentes asociaciones sectoriales privadas”, agregó el vicepresidente de la institución cúpula del empresariado.

Desde la óptica del Conep, en su momento, habrá que considerar continuar protegiendo a las personas vulnerables (por edad de riesgo, o condiciones médicas previas), así como evaluar los sectores formales con mayor capacidad de adaptación, y considerar a las pymes y los informales. En adición, hay que garantizar “oxigeno” a la economía, a través de sectores que puedan reactivar empleos seguros y producir divisas.

El Conep -vía de la alianza empresarial Sanar una Nación- entregó a Comisión de Alto Nivel del Gobierno, entre otros, tres máquinas de diagnósticos para mejorar el procesamiento de detección de esta enfermedad.

Las tiendas de repuestos piden se les permita abrir

Representantes del sector de ventas de repuestos y de talleres de vehículos solicitaron al Gobierno se les permita abrir sus negocios, para dar servicio la demanda de diversos sectores claves en el estado de emergencia que se encuentra el país por el COVID-19.

Los directivos de la Asociación Nacional de Detallistas e Importadores de Repuestos y Accesorios de Vehículo de Motor (Anaderavem) y otras asociaciones relacionadas con el sector automotriz del país al hacer el pedido aseguraron que tendrían en cuenta el cumplimiento de las directrices suministradas por las autoridades.

El presidente de la entidad, Luis Mejía Hernández, dijo que el sector que representan provee lubricantes, baterías y repuestos automotrices que son esenciales para el funcionamiento de los vehículos que transportan alimentos para la población, insumos médicos para los hospitales, combustible y otros.

Tomado de https://www.elcaribe.com.do

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